LATINO EXPERIENCE ( A.k.a Fiesta Maldito Sudaca)

Este blog esta a punto de volverse muy personal. Así que si quiere seguir con datitos, tips de viaje,  direcciones, guías del buen turista, sáltese esta entrada. Está es para los que les gusta el pelambre, el chaqueteo, o las columnas de opinión. Jajaja. Es para reírse, o a los que prefieran tirar caquita gratis en los comentarios; pasen, siéntanse como en su casa.

Una de las cosas que más me gusta de Sydney es que es muy cosmopolita. Yo diría que la verdadera minoría son los Australianos, porque realmente hay una mezcla exquisita de nacionalidades. La delantera la tienen los asiáticos, pero los latinos no se quedan atrás.  Residentes ya hay bastantes, y la población flotante de Estudiantes y Work and Holidays que rellenan los vacíos de Eñes y Zetas, hacen que realmente si uno quiere, no sea necesario hablar jamás en inglés. La primera semana me sentía muy en casa y escuchaba español todo el tiempo a mi alrededor. Pero, eso tiene mucho que ver con que yo llegue a la casa de una chilena. Ella, con Visa de Estudiante, estaba acá para aprender inglés al igual que varios en su instituto, la mayoría de habla hispana. y además de que eran compañeros, creo que los latinos como que se atraen y hacen grupitos. Igual que los asiáticos. O los italianos (las tres mafias que he notado que se juntan mucho entre ellos. Debe ser por la comida). 
Estos institutos suelen ir de fiesta a lugares típicos de la "City" (que es el centro, CBD, de Sydney) donde el alcohol es más barato (5 AUD el vaso de cerveza o 6 AUD la copa a medio llenar de vino ...?) y donde no hay que pagar entrada (que suele rondar los 15 AUD con derecho a entrar). O a veces hacen fiestas para ellos, donde la entrada es gratis, o tienen algún tipo de beneficio.
Porque mi anfitriona es muy generosa e inclusiva fui invitada a algunos de estos eventos, y a continuación contaré  las cosas que viví y observé:

Mi primer acercamiento fue al establecimiento llamado "Maloneys". La chilena que me recibió y otra niña querían que me vistiera  para la ocasión, que pintaban como el Mega Club de Sydney, y obviamente había que ir con vestidito, pintadita,"como señorita" decía ella. Para mi, la definición del look estaba más cercano a "marakiwis": me pusieron una mini, una blusa ajena, unos aros enormes. Me dijeron que me veía  mejor.  Me mire al espejo y me  veía como secretaria guachiturra. Ultra cuma, pero mostraba harta pierna. Flaaaaaite.
Me dio vergüenza, y volví a ponerme mi ropa. Me dijeron que parecía embarazada -gracias, gracias, tan amables-. Se me veía la panza, pero sou what?  Soy guatona po, pero jamás cuma. La enseñanza de esta experiencia es: uno tiene que andar cómodo con uno mismo, nunca disfrazado. Y que andar necesitado hace que la gente tenga pésimas elecciones de vestuario. ( ups, lo siento!)
En resumen: andar con ganas de cazzo te hace ver mal.
Llegamos al famoso local y era muy parecido a ir a Pío Nono y meterse a bailar en "La Harvard" (nunca lo he hecho, pero debe ser parecido a lo que viví). Lleno de estudiantes latinos (o sea PAVRE), copete barato, llenísimo, harto reaggeton y NADIE estaba vestido para la ocasión. O sea la gente acá en Australia se arregla mucho para salir, pero los latinos no. Menos a "La Harvard". Like, seriuosly, quién pone esfuerzo en ese lugar.
Ahí aprendí las primeras reglas sobre el alcohol en Sydney (las reglas cambian dependiendo de la región, incluso dependiendo del barrio).
-No se puede salir del local y volver a entrar después de las 1:30 am. La gente que sale a fumar, a buscar un amigo, que sé yo. Si sales a esa hora, te quedaste afuera.
-No se puede actuar como borracho porque te echan (desde hacer escándalo, hasta cerrar los ojos como que estas durmiendo en el hombro de alguien). No borrachos allowed. (Más adelante les contaré más al respecto en el curso de RSA).

Fiesta Latina en el Casino! Dentro del casino hay una mega discoteque y organizaron una fiesta auspiciada por el instituto, y al parecer era un pelo más lujosa que Maloneys. Y si, porque era un Club (discoteque) y a esos hay que pagar por entrar. Pero nosotros no pagábamos porque esa era la oferta del instituto. Ah y incluía un copete gratis. La cosa es que como buenos chilenos entramos directamente a la barra: los tragos acá valen mínimamente 15 AUD, y bueno, son del porte de un vasito chico, con mucho hielo y bebida. Así que había que aprovechar la oferta y pedí un whisky con hielo, porque aunque sabía que me servirían un dedal de whisky, no me gusta la bebida ni ningún otro trago fuerte en verdad. Y la bartender me responde: -"No puedo servirte eso"... -cara de what?, puse yo. A todos los demás les sirvieron lo que sea que pidieron, pero después entendí -Curso RSA- que no pueden servir sólo alcohol. Tiene que ser mezclado con bebida o jugo. Así que termine pidiendo un dedal de vino (que es la medida de lo que sirven).
La música estaba buena, muchos efectos, tipos disfrazados tirando humo por los rincones, y acá descubrí dos cosas más:
1) Los baños suelen ser unisex. Lo que me parece bien, porque no se forma la fila interminable de mujeres esperando el baño mientras que el baño de hombres está vacío.  En este baño en particular había una mini mesa en el pasillo donde por 1 AUD podías comprarte un chicle, un koyak o ponerte un splash de tu perfume favorito. Vi 5 distintos: me acuerdo de Calvin Klein y Pacco Rabanne .
2) Los asiáticos tienen mucho dinero. O como me dijo una amiga coreana: les gusta aparentar. Vi un grupo de 4 chicas asiáticas y un tipo sentados en el VIP que son unos sillones que rodean la pista de baile -como para no estresarse caminando taaanto desde tu puesto hasta el lugar del bailoteo-, con un balde lleno de hielo y 5 botellas de champaña (5! y ellos eran 4) cuyas etiquetas junto con unos vasos especiales BRILLABAN EN LA OSCURIDAD.... Muere de envidia, Adriana Barrientos. Cada VIP tiene a su propia mesera que les sirve el trago -porque debe ser muy difícil para un humano normal levantar la botella por sí mismo-, pero eso no es todo, lo más loco de la situación es que las cuatro mujeres del grupo estaban sentadas en los sillones MIRANDO-SU-CELULAR. Y así estuvieron casi toda la noche.  Me imaginaba que en sus mentes dijeron: "es viernes, estamos aburridos, gastemos mucho mucho dinero en ir a la disco y revisar Facebook en esos sillones". Es como el ruido de la tele que uno pone mientras está en el PC, pero esta es la versión IMAX. Me llamó mucho la atención.

El Ivy, Mega Discoteque. Otra fiesta latina, pero esta vez de blanco. En esta tuve que pagar. Por suerte estaba en la lista, entonces sólo desembolse 15 AUD. Y no, no me vestí de blanco porque no tengo nada blanco. Esa discoteque está en el centro de la ciudad y es un edificio completo! Muchos pisos; mis anfitriones me dijeron que en el último piso hay una terraza y piscina, muy top. Realmente bonito el lugar, pero la fiesta latina era solo en un sector. Y había mucha salsa, mucha bachata, todos de blanco... es heavy, pero todo tenía un aire sospechosamente mafioso. Lo siento si soy muy amarga para mis visiones, pero esa fiesta era donde los tipos que hacen las películas buscan a sus personajes latinos del barrio. El estereotipo hecho fiesta. Supongo que así somos. Así que me pedí mi dedal de vino de 9 AUD (lo más barato que había), me lo bebí, y me fui a mi casa. Basta de fiestas. Soy demasiado Daria para esta investigación.

Obvio que la selfie en el baño de la disco. A la altura de las circunstancias.

Para finalizar, no puedo cerrar esta entrada sin agradecer infinitamente las invitaciones que me permitieron vivir estas experiencias, me ayudan a conocer más la ciudad donde actualmente vivo y a compartir estas experiencias con la gente que quiero.
Besitos :)

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