SUEÑOS

Este ya no es un blog de viajes. O por lo menos por el momento. Siento que mi cabeza esta all over the place, así simplemente derramaré mis creaciones inconscientes aquí. Un poco porque necesito derramarlas en algún lugar, un poco como práctica, porque la práctica hace al Master.



1. Int. Discoteque- Noche


En un sillón a la orilla de la pista de baile está sentado un grupo de personas; las luces que iluminan la pista dejan ver solo en parte sus rostros entre el humo que difumina los pocos colores del lugar. En medio del sillón sobresale una figura particular; reclinada hacia adelante, sus antebrazos apoyados en sus muslos, mira fijamente la pista de baile. Parece una mujer delgada -y no muy agraciada-, pero de cerca vemos que es un hombre muy delgado JOHN , con el pelo largo, mojado, y peinado pulcro y liso hacia los lados, con un largo vestido lila y algunas plumas moradas que como una bufanda rodean su cuello.
Una mujer EMILY  comienza a rodear su cuello desde atrás, y se inclina sobre él, abrazándolo tiernamente. Él ni se inmuta.
Sentado al lado del hombre vestido de mujer, otro hombre de lentes GONZALO está reclinado hacia atrás, casi recostado en el sillón, y mira sorprendido a la mujer. Ella lo nota, y le sonríe.

EMILY
Hola...

La mujer, relajada, le estira una mano y le acaricia el muslo, amistosamente. Gonzalo sin mover ninguna parte de su cuerpo,  mira la mano de la mujer. Sorprendido, intenta no demostrar emoción alguna.

EMILY
(sonriendo)
No pensé que  nos volveríamos a ver aquí...

GONZALO
(cortante, pero cordial)
...pero me alegra verte bien.

Ambos asienten. John sigue mirando la pista de baile, Gonzalo lo mira, y se sienta menos relajado. Emily  voltea hacia la pista sin dejar de acariciar a John.

2. Ext. Discoteque- Madrugada

Emily sube las escaleras con un gran abrigo café y una bufanda que se le va cayendo, desde el subsuelo hacia la explanada de una gran plaza de adoquines. Está nublado, y varios jóvenes beben desde botellas cubiertas con bolsas de papel, caminando de manera irregular y gritando, todos muy abrigados. Emily sostiene también una bolsa de papel con una botella en su interior, apretándola con fuerza contra su cuerpo, tratando de entrar en calor. Al fondo de la explanada se ve una avenida por donde transitan buses y autos; muchas personas caminan rápido en diferentes direcciones. Emily llega hasta la avenida donde se encuentra el cartel que indica una estación de metro, y baja por las escaleras, desapareciendo de la planicie.

3. Int. Metro- Madrugada

Emily baja las escaleras del metro y al llegar al rellano, hacia su izquierda ve unas escaleras blancas que conducen al andén. Las sube, pero al llegar arriba ve que faltan escaleras para alcanzar el piso, el cual queda a la altura de su ombligo. Deja la botella envuelta en la bolsa de papel en el piso, y ayudada por sus brazos hace fuerza y se impulsa hacia arriba. Sube dificultosamente una pierna y después la otra, y queda de estomago en el suelo.

GERMÁN 
(v. Off)
La pinta con la que te encuentro...

Emily mira hacia arriba y ve a GERMÁN que la observa, junto a las pocas personas que a esa hora esperan el metro en el andén. Trata de incorporarse rápidamente, toma la botella y se limpia el abrigo.

EMILY
No, es que, esta entrada...

GERMÁN 
... estabas de fiesta?

EMILY 
(molesta)
No, no estoy borracha...

GERMÁN
(sonriente)
Igual, ...que bueno verte.

Emily para de limpiarse y lo mira.

EMILY
(sonríe)
Si

El ruido y el metro que se acerca interrumpe el encuentro, y todos los que esperan se acercan al límite del andén, dispuestos a entrar al metro. Germán también hace lo mismo, pero Emily se detiene al ver que detrás de ella hay muchos equipos audiovisuales apoyados en los asientos del andén, y todos están ingresando al vagón, pero nadie los lleva. Rápidamente se acerca a los equipos y comienza a cargar los más posibles.

GERMÁN
(desde adentro del vagón)
Oye, se va a ir el tren, ¿de quién es eso?

Emily agarra las últimas cosas y corre hacia dentro del vagón, con dos bolsos grandes, un bolso de trípode, un amplificador y una caña. Hay suficiente espacio para ella y todo eso, y alcanza a entrar cuando el metro cierra sus puertas.

EMILY
(acezando)
Es que se les deben haber olvidado a alguien. Entonces yo puedo poner un aviso, y los tengo en mi casa, y  así el dueño puede ir a buscarlos...

Germán la mira sin entender. El tren deja la estación.

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