DIA EXTREMO: ROYAL NATIONAL PARK

Y aqui va como en solo un día pueden pasar mil cosas...

Como la vida del inmigrante no para, en la tarde del día de trial extremo en el restaurante italiano con chef japonés y súbditos nepaleses, me embarque en la loca tarea de arrendar una casa COMPLETA

(Si, porque me hicieron una oferta que me fue difícil rechazar, pero eso lo comentaré en una próxima entrada). 
Y en la casa de Carlos, nombre del arrendatario actual de la propiedad y quien me quiere traspasar la casa, estaba su pinche, Maggie, y de puro buena onda, y porque cacha que no tengo muchos amigos, la niña me invita a la excursión que tiene programada para el día siguiente con sus amigas. "Aire puro, aventuras, flora nativa, playa, suena a VACACIONES". me dije a mí misma, y me colé sin miedo, porque después de tanto trámite que no se concreta, tanto ir y venir, tanto edificio y tan poca aventura, necesitaba escapar de la gran ciudad y sus protocólos; sentir que en verdad estaba en un país exótico y lejano. 

Mientras preparaba la merienda que llevaría al paseo, - el cual, me advirtieron, incluiría mínimo tres horas de caminata, entonces tenía que cocer hartos huevos- me llega un mensaje del Chef Yoon, el japonés a cargo del resturant italiano, que dice:  "Congratulations, you have succeded at the trial" (en Chileno: quedé en la pega!). Pulento! un paso hacia la independencia de Judy, y quizás, hacia el primer millón...(jejeje) El paseo quizás sea la última ventanita de vacaciones que tenga antes de comenzar el trabajo en serio... 
Así que, al otro día bien temprano, aprovechando el feriado nacional llamado Anzac Day, me encontré con el grupo en el tren que nos llevaría al famoso Royal National Park, donde haríamos la larga caminata que nos llevaría al lugar muy turístico llamado "Figure of Eight Pools" que es, literalmente eso: unas piscinas naturales que tienen forma de ocho y donde cualquiera que se digne a ser visitante de Work and Holiday en Sydney tiene que tener la selfie respectiva. O sea, obvio. O si no, qué hiciste todo el año (?).

Llegamos a la estación del tren Otford, donde uno se baja para comenzar la travesía, y su desolación quizás era una pista de lo que traería el día. Parecía abandonada. NO HAY NADA. Te bajas y estás en el bosque. Ah, y a un lado hay un estacionamiento donde caben tres autos. Y ruido selvático. Yo ya quería comerme mis sanguches.
Y así empezaron tres horas de trekking tranqui. O sea, mucho paisaje no había porque estabamos en medio del bosque y las ramas tapaban todo. Pero yo estaba feliz, necesitaba el verde, el aire puro, la naturaleza. Igual habían algunos claros de luz hermosos  que daban a vistas bellísimas. 

Mirador en el Royal National Park

Y seguimos. Y la cosa se puso barrosa. Mucho Barro. Pero yo agarre un palito al principio de la caminata, y los demás del grupo se burlaban de mi bastón y mis actitudes ancianas, pero, ja! cuando uno tiene tres apoyos que la soportan mejor que dos piernas, sobre todo en situaciones resbalosas, MIRÁ DE QUIÉN TE BURLASTE. Así que, como recomendación, no les de vergüenza agarrar un bastón si es que la naturaleza se los provee. Sus rodillas se los agradecerán.

Y... después de exactas tres horas, llegamos al claro de luz. Hermosísimo. Pero, ni señales del camino a la Figure Of Eight Pools. 


Algunos gringos, perdidos, iban directo al barranco para "bajar" de alguna manera a las famosas piscinas, porque su GPS les indicaba que ahí estaban. Mandamos al hombre del grupo a explorar, mientras comíamos en esa vereda de madera, un poco urgidas porque habían varios factores que no nos dejaban disfrutar del día con mucho relajo:
1) la marea
2) la luz

En verdad eran esas dos cosas no más. La marea es importante para llegar a este lugar porque cuando esta alta simplemente no se puede pasar. Hay que caminar por piedras que durante la marea alta, bueno, les llegan olas. En ese momento, lamenté no tener los conocimientos marinos de mi mamá o mi primo, o al menos la señal de internet para preguntarle a Google si estabamos bien en la hora. Y la luz, tema no menor en esta parte del mundo, donde amanece muy temprano, tipo 7 am, pero a las 17 pm ya está totalmente oscuro. Y quedaba muy poco para eso. No olviden, además, que para llegar a la estación de metro más cercana había que devolverse unas ...tres horas. Por el bosque. Not a nice idea.
SO. Teníamos que llegar rápidamente. Bajamos hasta al playa (Burning Palms Beach), y desde ahí había que adentrarse por el estrecho camino entre un barranco y el mar. Todo lleno de piedras; para nada apto para todo público. Pero veíamos a niños pequeños y abuelitos caminar de vuelta, lo que nos animó a seguir. Yo solo pensaba en  la marea, porque en algunos tramos el camino era bastante estrecho y con marea alta imposible de pasar sin ser golpeado por una ola. No quiero morir tan joven. Me queda mucho por recorrer. Pero el palito seguía siendo mi amigo durante la caminata entre las piedras, mientras algunos valientes se resbalaban y caían directamente en sus rodillas a mi alrededor.
Y llegamos, bastante tarde, no había sol, ni calor, pero no pude evitar aprovechar darme un chapuzón ya que la verdad necesitaba sacarme la transpiración. Pero fue rapidísimo, porque las piscinas en forma de OSHO - para mi un gran "cueck" , mejor véndanlo como trekking y les compro más- estaban llenas de turistos curiosos y bastante ingenuos, sacándose fotos y tirándose piqueros. Yo, insisto, nunca me pude sacar de la cabeza que en cualquier momento subiría la marea, es decir, las olas comenzarían a ser cada vez más grandes y el atractivo turístico, ubicado al lado de donde rompen las idem, quedaría bajo agua. Y yo también. La verdad, no me atraía nada quedarme ahí más de un minuto, que era lo que me demore en meterme y salirme de la piscina.

Al fondo: Turistos desprevenidos.

Al fondo: el piso de loza de "Figure of Eight pool"


Así que me acerque a mi grupo, lejano a la atracción, y me senté viendo como se llenaba de asiáticos vestidos con su mejor cartera Louis Vuitton, gringos con sus mejores Go Pro, otras gentes con grandes celulares, todos sacándose fotos para demostrar que llegaron al bendito lugar. Y tan ensimismados estaban de sí, que no se dieron cuenta de que estaban al borde entre el mar abierto y la piscina, y que una enorme ola se empezaba a formar detrás de ellos.  Y tal cuál le paso a Narciso, - si hubiese estado allí, claro-, la Gran Ola avanzó y avanzó y los boto a TODOS, no desde arriba, como uno creería, sino que los hizo caer desde los pies. Carteras volaron, celulares desaparecieron, mamás gritaron, niños y mujeres lloraron. Porque, por suerte!, nadie se cayó a la mar abierta, porque los boto a todos en su lugar, pero la piedra pulida por el constante contacto con las olas se transformó en un cuchillo, y el espectáculo era realmente sangriento cuando los que pudieron, comenzaron a levantarse.
Acá el video del momento de la Ola. Créditos a Tania, que estaba allí y captó el momento justo:
https://www.facebook.com/taniiia/videos/10154237022777125/

Vi a niños con sus piernas cubiertas de sangre, una joven que cayo DE PESHO, con los idem cubiertos de sangre (esa imagen aún no me la puedo sacar de la cabeza). Realmente fue super fuerte la escena, pero lo más increíble es que, obviamente a cada minuto seguían llegando turistas y se seguía llenando  de nuevos Narcisos y el mar, obviamente, no paraba su ciclo natural de oleaje, cuando PAF! PASO-DE-NUEVO. Otra vez, asiáticas de lujo empapadas, otra vez, hombre con las piernas ensangrentadas, miles de aparatos electrónicos de regalo a los peces de NSW, otra vez. ¿Cuántas veces pasa esto? ¿en el día? ¿A la semana? Es un lugar MUY TURISTICO... I just couldnt believe it. 
Es verdad, no había señalética - o yo no la vi- indicando que hubiera precaución con el oleaje, pero las cosas como son, EL MAR TIENE OLAS, DA! Yo como nacida y criada en Chile, siempre se me enseño "respeto" al mar, es decir, nunca darle la espalda, y tener cuidado porque puede venir una ola loca y botarte; no es algo extraño! Que levante la mano quién no ha dado vueltas como calceta en lavadora en alguna playa chilena... 
En fin: i was shocked, pero sobre todo por la actitud irresponsable de los turistos

Dos olas salvajes y mucha sangre era la señal que esperábamos (?) para ponerle fin al paseo, pero aún nos quedaba la úuuultimaaaa patita. ¿Por dónde volver? Según el GPS de quién nos guiaba decía que había una calle muy cerca del lugar en que estábamos, sólo había que subir un "pequeño" cerro. Mientras subíamos, vimos llegar un helicóptero de rescate al lugar de la Figure Of Eight Pool, y también nos encontramos en el camino con varios rescatistas que bajaban cargando un par de camillas. Al parecer, uno de los caídos fue más grave aún de lo que nosotros vimos...




 Más sopeada que Kate subiendo el cerro para desactivar la antena en Lost. La playa abajo.

Burning Palms Beach. Bajo las mesetas que se ven al final de la playa están los roqueríos que dan a la Figure Of Eight Pool


Y llegamos a la "calle", que en verdad era un estacionamiento, donde estaba la ambulancia de los rescatistas y algunos autos más. Decidimos que no podíamos parar y debíamos regresar de inmediato porque estábamos a 20 minutos de la total oscuridad de la noche. Y nos quedaba aún tres horas de caminata en el bosque... Así que partimos. Pero cinco minutos, después estábamos en medio del bosque y no veíamos NADA: era la oscuridad definida en Wikipedia. Y una de las compañeras de aventura no aguantó MÁS y tuvo una pataleta, que en el fondo, tenía mucho sentido. Dijo que no iba a seguir de ninguna manera en medio de la noche por un camino que ninguno de nosotros conocía, con animales que quizás nos picarían, morderían, envenenarían, comerían, y ni hablar de algún violador suelto que espera a turistas sin auto como nosotros. Que teníamos que o esperar un bus o llamar a un Uber o caminar por la carretera. Pero por el BOSQUE NO! (lease en una voz muy aguda e histérica). Así que le hicimos caso. Y llegamos de vuelta al estacionamiento donde aún estaban las ambulancias. Ella empezó a ver si habían Uber en la zona (NOT), y nosotros le preguntamos a los paramédicos si había algún paradero de bus cerca. Ellos dijeron que NOT y que tampoco llegaban taxis.  Yo a esas alturas pensaba en estupideces tan poco útiles como: ¿y cómo aviso que mañana no llegaré a trabajar? (me respondo yo, ahora, a mi misma: A QUIÉN LE IMPORTA. Cómo han cambiado mis prioridades, me alegro que haya sido así). 

Y en eso! Aleluya - música celestial, se abre el cielo-, dos Australianos amables salen de no-sé-donde (de la oscuridad, porque en verdad estaba todo muy negro) y se ofrecen llevarnos en grupos separados a la estación del tren. GRACIAS AUSTRALIA, GRACIAS!. Yo estaba a punto de ofrecer bautizar a mi primer hijo con el nombre de nuestro conductor salvador. Sólo quiero que quede en el registro que en AUTO nos demoramos en llegar a la estación del tren MEDIA HORA. Realmente, no teníamos nada que hacer en la negrura selvática. Nos iban a comer, violar, envenenar, y todo de nuevo, otra vez, en diferente orden, múltiples veces. 

Gracias Australia y amables australianos por esta experiencia extrema con final feliz. La verdad no sé si vuelva a la famosa piscina. Una vez, creo que fue suficiente.




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