LLEGO MI AMOR!

Sentimientos revueltos. 

Dos meses después de llegar acá, de hablar todos los días, de esperarlo todos los días, contar días, sobrevivir los días...

Me había hecho una armadura de no llorar, de no echar de menos, que cubría buscando pega, y comiendo.  Estaba tan estructurada, todo estaba bajo control, me había vuelto una TOC de mi vida- Y llego él: todo hermoso, feliz, con mucho amor que entregar. Pero yo me había convertido en la bitch que no siente porque, o si no, se le desmorona la pequeña estabilidad que había construido.

Al principio sentí que lo retaba por todo, lo trataba mal: estaba cansada de haber hecho todo sola por dos meses, quería que él llegara y traspasarle el mando. Pero es imposible de un día para otro. Él, obviamente, quería turistear y yo quería olvidarme de las responsabilidades por un rato. Fue áspero el reencuentro, no mentiré. Al menos para mi. No lo estaba tratando bien, y me daba cuenta. Y me daba pena.

Llame a mi mama, y se lo conté como anécdota. Y me llego un pape telefónico. Y llore mucho. Y no pude parar de llorar. Tenia muchos sentimientos adentro, echaba de menos, me sentía sola, quería amor, y había llegado y no supe como reaccionar. Soy una persona bastante estricta conmigo misma, y me fui al extremo de no sentir, para no pasarla mal.  Y me volví fría, casi insensible. Me protegí tanto que ahora no lo dejaba entrar. Y no sabia como volver a descongelarme rápido, para por fin abrazarlo como había esperado hace tanto tiempo...

Me sirvió el pape, me di cuenta - o sea ya lo sabía, pero se volvió mucho mas latente- que no puedo dejar pasar ni un momento con este hombre que me eligió y que me aguanta y que me ama, y me siguió, y aún cuando estoy con esta personalidad de mierda, me sigue amando y aguantando. Tengo un gran compañero a mi lado, es el más apañador, más amoroso, más preocupado. Por eso lo amo, por eso me conquisto, y no lo voy a echar a perder por ser perfecta, por tener los planes perfectos, la vida perfecta.  No. Tengo que aprender a relajarme y disfrutar. Las cosas se planean pero también tiene que haber tiempo de improvisación. Tengo mucho que aprender.Yo también lo amo. Ahora comienza el pololeo, con mucho regaloneo.