18 tiki tiki ti
Ese día trabajamos. Porque si mal no recuerdo, había decidido irme de la pega de catering. Le avise a mi jefa con un mes de anticipación, y le expuse con toda honestidad como ee ritmo de pega me estaba liquidando la vida: subí 20 kilos de peso, no tenía vida porque tenía que despertar todos los días a las 3 am, no veía a mi pololo, nos estabamos peleando como enfermos... En fin. La cosa es que Sorel de ahí en adelante me empezó a hacer la ley del hielo - muy maduro-. Y un día cualquiera, un día de sobreexplotación cualquiera, Annie en un momento sintió que sus circuitos hacían corte, me miró fijo y me dijo: me voy. Yo vi en sus ojos mi misma desesperación pero sin miedo, coreana tenía que ser. No le importó nada: el honor, la ley, nada. Simplemente me miró, me avisó, yo asentí para darle apoyo, se sacó rápidamente su delantal, pescó sus cosas y se fue. Me dio pena que se fuera, aunque fue una pena más menos egoísta. Era porque me iba a quedar sola, era mi única amiga en A...